Uno de los grandes autores del siglo pasado, George Orwell, dijo una vez:
"Todas las tiranías gobiernan mediante el fraude y la fuerza, pero una vez que el fraude se expone, deben recurrir exclusivamente a la fuerza."
Lamentablemente, Donald Trump está llevando esta máxima al extremo. En este momento, 1,500 tropas activas se están desplegando en la frontera sur, sumándose a las 2,500 ya estacionadas allí. Estas fuerzas están apoyando a la Patrulla Fronteriza con helicópteros, la construcción de barreras y el uso de aviones militares para deportar a más de 5,000 migrantes. Este despliegue sigue una orden ejecutiva beligerante emitida por Trump el lunes, que otorga a sus principales funcionarios dos semanas para recomendarle “cualquier otra autoridad” necesaria para asegurar la frontera.
Ayer, agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) arrestaron a más de 500 personas, incluyendo 373 detenidos, en una serie de operaciones. Una de estas incluyó una redada en un lugar de trabajo en Nueva Jersey, donde el alcalde de Newark, Ray Baraka, calificó la acción como un “acto atroz” que violó la Cuarta Enmienda de la Constitución, que protege contra registros y confiscaciones irrazonables. Entre los detenidos se encontraba un veterano militar estadounidense, cuyo servicio fue cuestionado por ICE.
Estas redadas forman parte de las políticas migratorias intensificadas de la administración Trump. Paralelamente, la Casa Blanca canceló el ingreso de miles de refugiados ya aprobados. En barrios predominantemente mexicanos de Chicago, carteles advierten a los residentes sobre las redadas con mensajes como: "¡NO ABRAN A ICE! ¡FUERA ICE DE NUESTRAS COMUNIDADES!"
El “zar de la frontera” de Trump, Tom Homan, ha prometido llevar a cabo la mayor deportación masiva en la historia del país. La Casa Blanca incluso amenazó con acciones legales contra funcionarios que resistan estos esfuerzos, intensificando las tensiones entre gobiernos locales y federales.
Estas políticas no solo destruyen familias y comunidades, sino que son un ataque a los ideales de justicia, derechos humanos y dignidad. Trump debe reflexionar y detener estas prácticas abusivas que dañan el tejido social de nuestra nación. ¡Es hora de que regrese el sentido común y la humanidad!

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