Trump: El Más Puerco de los Marranos

Publicado el 16 de febrero de 2025, 17:26

Desde hace años he dicho que “todos los políticos son una bola de marranos”, pero con Donald Trump en la Casa Blanca, ha demostrado ser el más sucio, chueco, trácala y tramposo de la historia moderna. Su administración no es más que un catálogo de corrupción, favores políticos y ataques descarados a la justicia. Y ahora, con su última movida ejecutiva, ha dado otro golpe a la integridad del país.

Orden Ejecutiva: Carta Blanca para la Corrupción

El lunes pasado, Trump firmó una orden ejecutiva para suspender la aplicación de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA), que por casi 50 años ha sido clave para frenar la corrupción corporativa de empresas estadounidenses en otros países. Esta ley prohibía sobornos a funcionarios extranjeros, pero para Trump, la moral y la legalidad son obstáculos para hacer negocios sucios.

“Esto significará mucho más negocio para América”, dijo Trump al firmar la orden, dejando claro que su prioridad es que las empresas estadounidenses puedan sobornar sin consecuencias. No es la primera vez que Trump ha atacado la FCPA, ya que desde su primer mandato intentó eliminarla, argumentando que la ley ponía a las empresas estadounidenses en desventaja frente a compañías extranjeras.

Para organizaciones como Transparency International, esta orden ejecutiva es un desastre moral. “Trump está eliminando la joya de la corona en la lucha contra la corrupción global”, dijo Gary Kalman, director de la organización en EE.UU.

Eric Adams, QUID-PRO-QUO: Rescatado por Trump, pero Hundido en la Corrupción

Como si fuera poco, Trump ha intervenido descaradamente en el caso de corrupción del alcalde de Nueva York, Eric Adams. La Casa Blanca ordenó al Departamento de Justicia retirar todos los cargos contra Adams, quien enfrentaba acusaciones de fraude, conspiración y sobornos.

¿Por qué esta decisión tan inusual? La justificación oficial es que el caso interfería en la reelección del alcalde y que su enjuiciamiento afectaba las prioridades de Trump en inmigración y seguridad. Adams se ha comprometido a trabajar estrechamente con ICE. En otras palabras, Adams ahora le debe su libertad a Trump, lo que sugiere un acuerdo corrupto entre ambos.

Curtis Sliwa, excandidato republicano a la alcaldía de Nueva York y ferviente defensor de Trump, explotó contra esta decisión, llamándola un “insulto a la inteligencia del pueblo neoyorquino”.

“Eric Adams es un corrupto y una vergüenza para la política”, dijo Sliwa, recordando que durante la campaña de 2021 Adams recibió donaciones ilegales y varios de sus asociados ya se han declarado culpables.

Incluso los demócratas han criticado a Adams, argumentando que este indulto lo ata a Trump políticamente y lo convierte en un títere del presidente. Su relación con el republicano probablemente le costará su reelección.

El Perdón a Blagojevich: La Corrupción a la Orden del Día

Adams no fue el único beneficiado. Trump también perdonó a Rod Blagojevich, el exgobernador de Illinois condenado a 14 años por intentar vender el escaño senatorial de Barack Obama al mejor postor.

Trump justificó su decisión diciendo que Blagojevich fue víctima de un “montaje”, y lo describió como “una persona muy fina”. Pero lo más descarado fue que Trump ni siquiera intentó ocultar que esto era un favor político. Blagojevich ha estado promoviendo la campaña de Trump en redes sociales y agradeciéndole su liberación como si fuera un soldado leal.

Blagojevich no solo traicionó la confianza pública, sino que, al ser liberado por Trump, demuestra que la justicia en su administración solo se aplica a sus enemigos, mientras que sus aliados tienen vía libre para delinquir.

Trump, el Rey del Pantano

Este patrón de corrupción, favoritismo y abuso de poder no es nuevo en Trump. Ha convertido la Casa Blanca en un negocio familiar, donde quien lo alabe recibe perdones, y quien lo critique es castigado.

Desde su perdón a los criminales del 6 de enero hasta su orden ejecutiva para permitir sobornos internacionales, Trump no ha hecho más que hundir a Estados Unidos en un pantano de corrupción.

Con Trump en el poder, la justicia no es más que un juguete en manos de un escuincle berrinchudo que se cree rey, rodeado de súbditos dispuestos a vender su alma por su protección.

En resumen, si aún te preguntas quién es el político más corrupto en la historia de Estados Unidos, ya tienes la respuesta. Se llama Donald J. Trump.

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