¡Trump es una gallina!

Publicado el 12 de marzo de 2025, 6:10

Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y Canadá alcanzaron ayer temperaturas de metal fundido en medio de un juego de "gallina arancelaria".

En una publicación en redes sociales por la mañana, el presidente Donald Trump amenazó con imponer un arancel adicional del 25% sobre el acero y el aluminio canadienses, encima del 25% que ya estaba programado para entrar en vigor hoy en todas las importaciones estadounidenses de estos metales. Justificó este castigo como una represalia por el recargo del 25% que Ontario impuso sobre la electricidad que suministra a Nueva York, Michigan y Minnesota.

El lunes, el primer ministro de Ontario, Doug Ford, anunció la tarifa sobre la exportación de electricidad—lo que aumentaría los precios de la electricidad en Estados Unidos—diciendo que permanecería en vigor hasta que las amenazas arancelarias de Estados Unidos "desaparecieran para siempre".

Pero ayer por la tarde, tras la amenaza de Trump y una llamada con el Secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, Ford puso en pausa el recargo.

Posteriormente, la Casa Blanca confirmó que el arancel del 50% sobre los metales canadienses ya no era inminente (aunque el arancel original del 25% seguiría adelante) y que ambos países acordaron reanudar las conversaciones comerciales.

Y hay mucho de qué hablar. La semana pasada, Trump impuso un arancel del 25% a las importaciones canadienses y mexicanas, pero luego eximió a los productos cubiertos bajo el acuerdo comercial de 2018 hasta el 2 de abril.

Y podría haber más en camino: ayer, mientras anunciaba el aumento de los aranceles, Trump amenazó con imponer tarifas a las exportaciones de autos canadienses que "básicamente, cerrarían permanentemente" su industria automotriz, repitiendo su absurda propuesta de que Canadá se convierta en el estado número 51 de Estados Unidos para resolver problemas comerciales y fronterizos.

Los inversionistas no tienen nervios de acero.

Los mercados reaccionaron con preocupación al nuevo anuncio arancelario de Trump—el sector industrial del S&P 500 cerró con una caída del 1.5% ayer.

¿La razón? Canadá es la principal fuente extranjera de acero y aluminio, utilizados en todo, desde autos y aviones hasta latas de refresco. Los impuestos a la importación podrían beneficiar a los fabricantes de acero en Estados Unidos, pero también podrían encarecer la manufactura en general.

El vaivén arancelario ya está generando ansiedad… con una caída en la confianza de los consumidores, pequeños negocios y CEOs en las últimas semanas, según datos de encuestas.

Mientras tanto, Trump sigue jugando al gallina, poniendo en riesgo la economía por sus caprichos comerciales. Porque cuando el líder más poderoso del mundo actúa como un gallina, los que terminan pagando son los ciudadanos de ambos lados de la frontera.

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